Premio a la vida y obra
de un periodista


Antonio Panesso Robledo

Nuestra profesión informa y opina. La opinión es también información que se entrega al lector, no se le impone. Porque lo que opinamos debe tener una razón como la noticia debe tener una base objetiva. Un tópico del oficio es que la noticia es sagrada y la opinión es libre. Como todos los tópicos y dichos fósiles encierra una gran verdad incompleta. Las facultades humanas son incapaces de aprehender objetivamente toda la verdad y lo que pensamos de ella es muchas veces vano, variable y ondeante. La única condición que no podemos esquivar, es que sea honrada. El concepto de honradez, que viene de antiguo, es la verdadera y única ética posible, aquella que no depende de normas convencionales ni mucho menos de definiciones abstractas.

La relación más difícil del periodismo es la que se refiere al poder. Es inevitable la tentación fácil de creer que la independencia consiste en atacar al Gobierno. Si fuera así, tendríamos que adoptar como modelos a los periódicos de extrema derecha que ayudaron a derrumbar las administraciones europeas liberales, la república de Weimar, la monarquía constitucional italiana y la república española. A veces se confunde la independencia con la esquizofrenia. La historia moderna demuestra que es generalmente más difícil y honrado sostener a una democracia legítima que combatir a una dictadura. Por definición los regímenes autoritarios no admiten la opinión y los tiene que tumbar la economía. Las comunidades abiertas se apoyan en la opinión libre y tienden a abrir los mercados.